Cuarto dia, 2 de Febrero, la Candelaria y Canarias hasta arriba de agua por el temporal. Lo primero que hice nada más levantarme fué asomarme a ver a mis queridos telesacos, pero ¡oh milagro! no quedaba ni rastro. Respiré hondo y pense que mi vida había dejado de carecer de sentido. Me abrí paso hasta la cocina, como un Tarzán entre una maraña de perfiles de aluminio, desayune y me fui a currar, no sin antes meter unas cuantas cajas con trastos en el coche para dejarlas escondidas en mi lugar de trabajo.
La casa estaba así cuando me fui:
Este es el aislante:
Hoy eran tres los currantes, y estaban de buen humor (¡como para no estarlo: les he dicho que unos compañeros de trabajo quieren reformar su piso totalmente!... eso si, han puesto como condición ver la obra mia terminada.) Han currado como leones: apenas pararon un rato a las cuatro para comer. Han acabado el armario, han puesto las conducciones eléctricas... y a media tarde uno de ellos, muy educado, me ha dicho "señor Salvador ¿podría prepararnos un café?". Tomaron café y siguieron hasta las ocho sin parar. Observen el resultado:
1) Primera pared ya recubierta:
2) La otra pared recubierta:
Seguiremos informando
No hay comentarios:
Publicar un comentario